Acabo de leer el testimonio de las amas gordas y tengo que decir que me sumo a él.Yo también soy de esos “raros” a los que les gustan las gordas.
Mi fantasía es que una gorda sublime, colosal, contundente, rotunda, inabarcable, me coja contra la pared, me abofetee, me hostie, me estruje, me presione, me asfixie entre sus tetazas enormes, entre su carne.
Quiero ser el sumiso, el pelele, el payaso, el mártir de una gorda que me patee los huevos.
Gorda mía, llámame, úsame, explótame. Soy tu esclavo.
¡Gordas al poder!
4 comentarios:
estoy de acuerdo con todo lo que dices, ya vale de famelicas, ese placer cuando se te sienta en la cara y te la abarca entera no se consigue con una mujer de 40 kg
ya somos dos
no sabia que las gordas os pusiesemos tanto a los sumiisos. que placer!!!!!
Es una cuestion de actitud no de peso.
imagina como debe ser de carnosa la vulva de esa ama, apoyada sobre tu cara, o poder jugar con esos labios.... eso una barby de plastico no lo tiene
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